Francisco de Miranda
nació en la familia y la clase social adecuada y dentro de un fértil y fresco
valle que medio siglo antes había estado sumido en una pobreza material que
gracias a la producción y comercialización del cacao con la explotación de mano
de obra esclava se había convertido en el centro de generación de la riqueza
que hizo posible una de
las generaciones que alcanzarán mayores límites de formación intelectual y de
canalización de la sensibilidad artística donde la Panchito era uno de los
primeros.
En sólo
cincuenta años, los miembros de aquella sociedad que no podía salir a la calle porque no tenía
para comprar telas de luto después de la muerte del Rey, vio a don Sebastián de Miranda acumular
capital vendiendo lienzos de Castilla y frutos. Caracas había atraído a las
personas más acaudaladas de la región. No solo por su clima y la fertilidad de
su suelo, sino que además había prosperado un ambiente liberal para la cultura,
la filosofía y las artes.
Poco hablan los
historiadores de lo que significó Caracas en la formación de una base sólida en
los inicios de personalidades destacadas, no solo como Francisco de Miranda,
Simón Rodríguez, Andrés Bello. Fueron hombres universales que aprendieron la
universalidad en la universidad y en la biblioteca del convento de la Merced.
Así observamos en Miranda su compromiso ético con un mundo que transitó como a
una patria universal, donde la Libertad constituyó en su diosa principal, junto
a Clío y a Palas Atenea. Allí también pudo ingresar a los cursos de filosofía,
artes y gramática griega y latina, donde estuvo el tiempo suficiente para
forjar en su mente la abstracción del universo que induce la universidad en la
comprensión de su etimología. La diferencia esencial, es que Panchito estaba
destinado a vivir en lo concreto el universo abstracto de los libros porque
supo cómo hacer presente a los relatos de la historia para él mismo convertirse
en esa historia como germen de transformación, pero que además contaba con los
recursos económicos para alcanzar semejante objetivo.
De
esa Caracas surgió buena parte del pensamiento latinoamericano de la
emancipación. Sus mentes claras actualizadas con las corrientes de pensamiento
de su tiempo, pero sobre todo un pensamiento que hizo posible la conformación
de ciudadanos organizando un Estado donde hasta hacía relativamente poco tiempo
solo se conocían súbditos.
Fuente: El Gran Arquitecto de la liberación americana Francisco de Miranda)
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