26 Jul. PoderenlaRed.com.- Como una
gran alfombra cultural multicolor, las señales del inicio de la quinta edición
de la Feria del Libro de Caracas se ofrecían desde mucho antes de llegar a la
otra vez vibrante y concurrida Plaza de los Museos, entrada del parque que de
nuevo se llenará de música, teatro, poesía, conversaciones y encuentros
catalizados por las voces de los innumerables autores que se podrán escuchar y
leer en esta nueva fiesta cultural.
Desde la entrada Sur del pasillo de
los artesanos, los discos, libros y brillantes atavíos de la artesanía popular
le dan la bienvenida al animal de la polis que entra en estado de pacífica
inquietud a la zona cultural de Caracas en dirección a la plaza circular. Cerca
de las tres de la tarde mucha gente circula por el paseo, algunos deteniéndose
cada vez y otras, como la flaca cuyas cortas prendas exhibían unas largas y
tersas piernas, se desplazaba suavemente como rozando el suelo disfrutando las
caricias de la brisa en su piel y dedicando miradas sugestivas a quienes
posaban la mirada en su impune pavoneo. Entretanto, las melodías que un hombre
saca de una flauta parecen mover las plumas de los collares que exhibe detrás
de él.
Caracas está de fiesta. Son 447 años
de historia, de lucha, de contrastes, de vida Caribe, de una dialéctica
dominación-resistencia-liberación que viene inclinándose en los últimos años
del lado de la liberación. El trabajo que ha hecho el Gobierno nacional para sacar
a Caracas del caos en que degeneró por cortesía del capitalismo del siglo XX,
como afirmó el presidente Maduro está restituyéndole a la ciudad su carácter de
“Sucursal del cielo”. Sigo la singladura hacia la plaza y llego a los espacios
de la Unearte, la universidad que vislumbró Ludovico Silva en “Belleza y
Revolución”. Malabaristas, estudiantes de danza y teatro, gente en libertad,
vive y disfruta frente al mural donde el rostro de Hugo Chávez divisa el
horizonte. Después del chichero, de más libreros, la señora de los dulces y los
magos de la artesanía, un colorido arco anuncia que “Caracas tiene la palabra”.
Cambalache Feria adentro
En la sala Hugo Chávez, en el centro
de la plaza, el compañero Arconada habla de la crisis del capitalismo en
Europa, la situación de España, la necesaria respuesta que deben dar los
pueblos. Al terminar su intervención, las preguntas del público dan cuenta del
nivel de comprensión de la política que ha alcanzado la gente. Sigo el camino
en dirección al parque, feria adentro, hasta la “Carpa del ocio”. Los asientos
en forma de letras de colores y los puff dispuestos en un espacio generoso,
hacen honor al nombre de este interesante lugar dispuesto para el libre
intercambio de libros. El usuario que así lo desee o así se lo proponga, podrá
llevar hasta tres títulos diarios y ejecutar el cambalache por tres títulos que
la usuaria quiera dejar.
La carpa, promueve así la circulación
de la palabra de los autores y una modesta pero significativa
desmercantilización del libro y la lectura. Debo decir que tuve suerte, tanto
por haber hallado clásicos como Robinson Crusoe, de Defoe, como por
haber encontrado Literatura y Revolución, del gran Trotsky, y El
papel del individuo en la historia, de Jorge Plejanov. Si usted así lo
dispone, puede tirarse en una de las acolchonadas butacas posmodernas a
escanear las primeras letras de esos autores que lograron aterrizar en las
cuatro bibliotecas de la Carpa del ocio. Solo un detalle importante
tendrá usted que considerar: los libros infantiles solo se truecan por libros
infantiles.
La “carpa del ocio”, donde usted podrá intercambiar libremente sus
libros
Esta joven lo atenderá amablemente y llevará su trueque a feliz término |
Promoción de la lectura
Terminada parcialmente la primera
vuelta de reconocimiento y después de haber echado un ojo a parte de las más de
100 editoriales presentes en la feria, me llego a la sala Enrique Bernardo
Nuñez, donde la compañera de la RevistaAltagracia, Ángela Rizzo, ofrece
un foro sobre la promoción de la lectura. La promotora de la Biblioteca
Nacional inicia su intervención interactuando con el público, y nos damos
cuenta que hay escritores, diseñadores gráficos, lectores y comunicadores en el
público presente.
Ángela, discurrió durante 45 minutos
sobre las diferentes estrategias que pueden aplicarse para conectarse con la
lectura. La primera conexión es la familiar, reflexiona. “En toda familia
siempre hay un tío gitano, que viene y va, que nos abre al mundo del libro y la
lectura”, afirma. Rizzo citó palabras del Gabo, quien decía que conectarse con
la lectura es conectarse con la magia de la palabra. Asimismo, recordó la
visita a Venezuela que a principios de siglo hiciera el semiólogo y escritor italiano,
Umberto Eco y que causara tanto revuelo. Sobre El nombre de la rosa,
conocida novela de Eco llevada al cine, Rizzo recordó al personaje del
bibliotecario ciego quien era el responsable de resguardar el conocimiento, en
alusión al poder de la lectura en la forja de “seres civilizados, cultos,
informados y dispuestos a la emancipación”.
Todo libro es una propuesta que
siempre tiene límites. Decía Eco, continúa Ángela, que cuando se lee se
construyen y reconstruyen los espacios vacíos. Se complementan las ideas del
autor, se va más allá de los límites. Tal reflexión, tan simple como se le ve,
sugiere que no todo está dicho y que nunca todo estará dicho, para alivio de
las nuevas generaciones de escritores que aspiran a ser voces y hacer aportes
valiosos para la cultura y la vida de sus congéneres.
Ángela Rizzo, de la revista Altagracia de la Biblioteca Nacional |
Como máximo promotor de la lectura
que tuvo el país durante años, el nombre del Comandante Chávez necesariamente
hizo su aparición. Además, Rizzo aprovechó también para recomendar la lectura
de La caída, de Thomas Mann, como ejemplo de esos libros que pudieran
estar en nuestra ―o alguna― biblioteca, y que por extensas razones o por simple
olvido nunca hemos leído. También, refirió enfática la promotora, conviene
conocer la obra de Horacio Quiroga.
El evento cerró con la participación
del poeta Juan Chávez, quien rememoró las palabras que sobre el libro dijo
Borges, y recitó el poema “Las muchachas de la panadería”.
Teoría Bolivariana de la Historia
Cuando el historiador Eloy Reverón
inquirió al público sobre cuál era el primero de los objetivos del Plan de la
Patria, de inmediato un señor alzó la mano y habló de la independencia. El
historiador saludó la rápida respuesta y acotó que cuando el objetivo se
despliega, se habla de independencia integral. Pero ¿Qué es la independencia
integral? ¿No quiere decir la propuesta legada por el Comandante que nuestra
independencia sigue, de alguna manera, chucuta?
El historiador Eloy Reverón |
Así comenzó la socialización de la
Teoría Bolivariana de la historia, una propuesta que plantea una visión
histórica desde la perspectiva del oprimido, de la indianidad, de la obra de
Miranda, el maestro no declarado de El Libertador, y que plantea la necesidad
de superar los tres principales vectores de la dominación que se cernieron
sobre nuestros pueblos con el advenimiento del salvaje proceso civilizatorio de
la modernidad: la división del trabajo social, la división espacio temporal de
la historia y la división intelectual del saber.
Uno de los factores que contribuyeron
al “desencantamiento del mundo” del que habló Max Weber, fue la creciente
racionalización del mundo de la vida que tuvo en la especialización de los
conocimientos uno de sus caballos de batalla. No por casualidad, la crónica,
ese género hibrido, esa literatura originaria que incorporó siempre la
historia, la literatura y lo que después se conoció como periodismo, fue
quedando semi-relegada con ese desencantamiento, dando paso a disciplinas
separadas y a un periodismo fragmentador de la realidad. Así, enhorabuena, la
crónica, el género urbano y Calibán por excelencia, literatura cósmica a lo
Vasconcelos capaz devolverle la magia al mundo, es la homenajeada en la V Feria
del Libro de Caracas.
Esta señora participó activamente en el foro |
“La historia es la sumatoria de las
voluntades”, dijo Jorge, un Amauta surgido entre el público.
Reverón celebró la participación, y en el espíritu de la promoción de la
lectura, destacó que a la alfabetización debe seguirle la “betagamatización”,
para poder así moverse ágilmente entre los meandros, meta-mensajes y sutilezas
del lenguaje.
Así dio inicio la nueva fiesta de los
libros, el debate y la lectura, una fiesta que apenas comienza, que le da
continuidad al gran guateque literario que surgió en estos años de Revolución,
pero que además no puede terminar.
Fuente: Texto y fotos: Amaury
González Vilera / PoderenlaRed.com
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