Cuando el flujo de información
no fluye de manera bidireccional entre
la persona que ejerce el liderazgo y la comunidad que lo propone sucede lo que
habitualmente acontece con la política. El
poder político se fetichiza.
Foto Diario Ciudada Caracas 2015 |
Fue la poeta Gloria Martín
quien lo expresó con mayor claridad: “Un candidato es un señor que ofrece
siempre lo mejor y está a punto de sufrir, total amnesia, cuando mañana si es
que gana hará lo que le venga en gana dejando atrás mil infelices con cuatro
palmos de narices… , lo político como tal se corrompe como totalidad porque su
función esencial quedó destruida en su fuente de origen.
La denuncia que hizo popular
al comandante Hugo Chávez, fue sin duda, su denuncia del poder fechitizado por los cogollos de los
partidos políticos. Las cúpulas corruptas, como solía repetir durante sus
campañas iniciales. Pero más allá de las cúpulas podridas está la complicidad
política de un pueblo que se lo permitió, una comunidad política entera que lo
consintió tornándose servil en lugar de ser autora de la construcción de su
destino en el campo de lo político.
Democracia participativa, la
restitución del poder de las bases, lo que una de las lecturas importantes del
Comandante: Política de la Liberación Vol II (La arquitectónica) de Enrique
Dussel, autor reconocido por el presidente Hugo Chávez con el Premio Libertador
al Pensamiento crítico.
Eloy Reverón en la Plaza Candelaria 16 de mayo de 2015 |
El poder obedencial está
profundamente arraigado a la memoria colectiva de las comunidades indígenas de
nuestra América, entre las cuales Dussel destaca las comunidades aimará Quehua
del altiplano andino. Nosotros contamos con una referencia más cercana en la
Sierra de Perijá. La figura política del Ñ´atubay, una forma de liderazgo autóctona
poco divulgada en la historia de Venezuela.
Resulta que estas comunidades
barí hacían vida comunal en las inmediaciones del Gran Coquibacoa, de donde
fueron desplazados por la gente de Alonso de Ojeda y las sucesivas olas de
invasores, quienes los habían arrinconado en la zona de Casigua, entre el lago
de Maracaibo y la sierra de Perijá, en las inmediaciones del río Tárraga, de
donde fueron nuevamente desplazados a mediados del siglo XX, cuando se
instalaron las compañías petroleras con sus campos petroleros y sus cercas
eléctricas en la zona de Gacigua del Cubo. Hoy sobreviven a la Globalización
gracias a su institución política, a la cual la teoría filosófica de la
liberación reconoce o identifica como poder obedencial.
Esta factibilidad del poder
político va más allá de la unión de las voluntades de los miembros de la
comunidad unida consensualmente. Esto no es suficiente para describir esa forma
de poder político. Hace falta situarse en los diversos campos donde se ejerce
la política, el espacio de la cooperación, de coincidencias y de conflictos.
Conocer los límites de cada campo, y sobre todo, los puentes que los
intercomunican.
Este sistema de participación creciente
propuesto por el líder consensual por excelencia, Hugo Chávez Frías está en riesgo
de extinción. El sistema de participación creciente propuesto por la revolución
Bolivariana en Venezuela, a pesar de sus respectivos ecos en la revolución de
Evo Morales en Bolivia, o la Revolución ciudadana de Jorge Correa en Ecuador, existe
esa debilidad.
La América toda viene
despertando, los líderes surgen y decaen cuando no interpretan o no actúan
conforme a la realidad. Es responsabilidad de los pueblos no permitir que sus
líderes se fetichicen en el poder.
Cuando se propaga la idea de
que el pueblo elige las candidatas y los candidatos de la Patria,
no debem
os
olvidar, que si eso es realmente cierto. Entonces, lo más importante es poder
establecer un flujo de comunicación bidireccional entre el Soberano Pueblo y el
líder propuesto por cada comunidad.
Una
propuesta concreta es darle más energía al poder popular con la idea bolivariana de unión e integración
de las 16 UBCH del Circuito N 3 en el cual están dispuestos los primeros campos
donde habremos de organizar, al menos una patrulla de siete compatriotas
comprometidos con el flujo de información que mana del corazón de cada
comunidad. Para eso debemos internalizar el último aliento del Libertador “que
se consolide la unión”, a Chávez le correspondió sembrarla y abonar esa idea boloivariana,
ahora le toca al pueblo que le impuso ese compromiso histórico, su sensibilidad
se puso de manifiesto cuando lo supo interpretar. Hagamos genuina esa unidad
legado por Chávez, no perdamos de vista el sentido histórico de los cinco
grandes objetivos del Plan de la Patria.
Durante una entrevista para Todos Adentro Caracas, 2005 |
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