República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del PPP Relaciones Exteriores
Cátedra de Pensamiento Político Simón Bolívar y Francisco de Miranda
Introducción a la Epistemología
Caracas, enero de 2008
La posibilidad de conocer
Ante las escasas posibilidades de una reflexión epistemológica que ofrece el sistema educativo venezolano, resulta una necesidad esencial, reflexionar sobre este tema, sobre todo porque en las diferentes especialidades del conocimiento, tampoco nos hemos puesto de acuerdo para revisar, cuáles son los elementos del conocimiento moderno, cuyos cimientos soportaron ilesos, el paso de la Modernidad. Se manejan códigos de los cambios epistemológicos en la teoría, pero todavía seguimos actuando como si esa cultura occidental que fue reconocida como superior y fue sinónimo de modernidad, no hubiera acaso generado el propio germen de su destrucción y no hubiera dejado de existir, sin saber hasta cuándo estaremos llamando a nuestro occidente oriente y a los orientales como occidentales.
Hoy resulta insuficiente la Teoría del Conocimiento de Hessen , que en alguna época resultaba satisfactoria a casi todas las disciplinas, cuando había sido un punto de apoyo para que el estudiante pudiera diferenciar lo que solía creer, de aquello que ya sabía. Aún recuerdo que miraba por encima del hombro mis “antiguas” creencias religiosas, no me terminaba de convencer que la religión podía contar realmente con la certeza de pertenecer a una esfera de valor autónoma; y lo que sabía, en cambio era aquello que podía fundamentar con “objetividad” y por eso aspirar a adquirir un valor universal del conocimiento, resultaba cuestión de unas lecturas.
Una ligera revisión de los subrayados me enfrentó a la situación de recordar que la insuficiente distinción entre la fe y el saber proviene de otro principio similar que se limita a aceptar sólo lo que puede sustentarse en argumentos racionales por la condición de ser demostrables. Recordé entonces que llegué a pensar que los científicos eran otra forma de religiosos que no querían admitir su condición de santurrones, inmersos en otro ritual de batas blancas y los conejillos de indias.
También evoco que en mi desconocimiento de las escalas académicas, me sonreía con sarcasmo y en silencio, imaginando a mi profesor vestido de verde o de bata blanca con su estetoscopio de doctor en historia, mientras nos hablaba de instrumentos metodológicos, y lo ilustraba mentalmente cuando venía a ponerle el termómetro a mi trasnochado fichero de Técnicas de Investigación I. Pero a pesar de mis contradicciones, pude encontrar algunos conceptos básicos que fueron útiles para definir procesos históricos. Y de esta manera entrar en la “certidumbre” mínima para una manera de hacer historia, técnicamente fiable.
Llegué a conformarme con realizar una exhaustiva selección técnica mediante una extensa labor de búsqueda y una ordenada presentación de aquel caos informativo que había filtrado a través de mis sensores para ofrecer orgulloso, lo que consideraba, una historia veraz. Pero veraz para quién, para mí, por no más nomás, como dicen los personajes de Juan Rulfo . Pero el problema surge cuando osamos decir algo que no encaja en los patrones mentales del otro, eso simplemente es rechazado, no tanto porque al fin y al cabo no hay nada realmente objetivo, sino porque a los seres humanos nos disgusta que nos muevan el piso de nuestros “sólidos conceptos” o inquebrantables prejuicios que nos formamos de las cosas, para no sucumbir ante las incertidumbres del mundo. Como solía decir el saber popular: no hay nada seguro en la vida, excepto la muerte, pero nunca sabremos cuando vendrá con su guadaña a buscarnos.
A fin de cuentas, y después de tantas pretensiones, fue más difícil que duro, el hecho de darme cuenta de que ni en la carrera, ni en la Historia había algo que realmente pudiera estar seguro de saber, y que no era más que otro creído de mi conocimiento. Una voz interna me susurraba al oído: Bienvenido al club de la crisis de paradigmas.
No saber nada, se desvinculó de pronto aquella entonces supuesta hipocresía socrática con la cual me había identificado por quien sabe cuál motivo de liceísta imberbe, que se creyó capaz de intuir una estructura esencial del universo, en la percepción del propio microcosmos, como en una analogía mágica, como si la realidad fuera la propia experiencia. A fin de cuentas mi propia vanidad no es más que el papel donde había escrito con tanta firmeza que existía un conocimiento y podía transcribirlo en una hoja de examen, pero ahora, arrugado y convertido en pelota, ni si quiera cae dentro de la cesta.
Pretendo con este ensayo, suministrar una muestra somera de algunas reflexiones para iniciarnos en el tema de la epistemología, a ver si es posible que obtengamos algún conocimiento.
Buscando algo reciente sobre epistemología encontré una revista chilena con algunos artículos que podían abrir brecha para acercarnos al asunto. Comencé con Luis Guillermo Jaramillo Echeverri . Profesor de Investigación. Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y de la Educación. Universidad del Cauca. Popayán (Colombia) . Comienza recordando que la mayoría de los autores que él había consultado la palabra epistemología se encuentra relacionada como aquella ciencia, o parte de la ciencia encargada de la teoría del conocimiento. Recordando a Aristóteles cuando señaló que es la ciencia que tiene por objeto conocer las cosas en su esencia y en sus causas. Así continúa haciendo extractos de puntos de vista de algunas autoridades en la materia, lo cual no ofrece mucha garantía porque no conocemos el contexto en que sus autores hicieron esas citas que el autor hilvana. Debo señalar que al referirse a la epistemología señaló que : es una práctica continua y móvil de un mundo dinámico que: aunque esté plagado de leyes fijas e inmutables, el científico-investigador por multiplicidad de razones(la mayoría de ellas en confrontación y reflexión con el otro) se encarga de desenterrar o arrancar toda esa urdimbre estática que sustenta la ciencia en su generalidad,… Y sobre todo la idea que destaca al final del ensayo donde recomienda una actitud coherente ante la realidad de que …se hace necesario precisar que el conocimiento epistemológico se escenifica en la interacción, por cuanto no se anida en la estructura de un pensamiento interno solipsístico, sino también en la interacción que se tiene con el otro; es decir, es una epistemología producto de una reflexión compartida . Vale decir que para que una idea se convierta en un conocimiento más o menos aceptable, debe ser expuesta ante otros, criticada y defendida, argumentada y complementada, entonces dejará de ser una especulación personal. En todo caso, para buscar significado a la palabra epistemología prefiero estar lo más cerca posible de su origen. Aristóteles utilizó el término epis steme: sobre seguro, para señalar al conocimiento científico, desde esos tiempos el asunto era demostrar. Miguel Martínez Miguélez advierte que el término epis viene del griego, sobre y steme del sánscrito que quiere decir piedra. Al menos ya contamos con la primera piedra para edificar el conocimiento. ¿Tendrá algo que ver con la piedra angular o la piedra filosofal?. ¿Aquella piedra bruta que labraban los albañiles constructores de las Catedrales Góticas , o la del Templo del rey sabio Salomón en 950 a.d.C .? Y si vamos al antiguo Perú, a México o Guatemala, nos encontramos con templos, acueductos, pirámides y ruinas de ciudades cuyo diseño acusa el más audaz y agudo sentido matemático. Todos los cálculos se hicieron sobre una base de piedra, cálculo es piedra en griego. De manera que la epistemología revela encantos del pasado, y el testimonio de la herencia del saber.
Continuamos con los enfoques que se emplean en las ciencias humanas definidas como epistemológicas y la opción ontológica cuando el problema del conocimiento en la investigación histórica corresponde a mostrar más que a demostrar, prevalece la crítica al documento que se utiliza como fundamento, tanto en su veracidad de origen, que corresponda la fecha al tipo de papel, tinta, ortografía; y de igual manera al contexto histórico donde se emitió . La subjetividad es obvia, porque dos historiadores, que fueron a los mismos colegios y son hijos de los mismos padres ponderarán o desecharán las partes del documento que mejor le parezca a cada uno. Pero cuando estamos hablando de explicar realidades con teorías preconcebidas, sólo le encuentro sentido a utilizar determinada teoría, cuando una vez trazados los objetivos y delimitado el tema dentro del contexto general de la realidad. Entonces puedo escoger un criterio adecuado para la selección del material que voy a seleccionar de acuerdo con el tipo de conocimiento que pretendo construir.
La búsqueda continuó con una aproximación al hecho de conocer en Federico Nietzche que parte de lo sencillo al reflexionar en torno al origen del conocimiento: que algo extraño se reduzca a lago conocido. ¿Entendemos más por conocimiento los filósofos? Lo conocido es aquello a lo que estamos acostumbrados y que, por lo mismo, no nos choca, nuestras tareas cuotidianas, la regla a que estamos sujetos, no todo aquello que es familiar para nosotros . Algo así como que solo aceptamos dentro del plano de lo conocible aquello que se acople a nuestros esquemas mentales, por eso continúa no sin cierta ironía: ¿Cómo? ¿Nuestra necesidad de conocer será precisamente necesidad de algo conocido?¿Será el deseo de descubrir entre todas las cosas extrañas, desacostumbradas, inciertas, algo que conocido ya no nos inquiete?¿Será el instinto del miedo lo que nos impulsa a conocer. La satisfacción del que conoce ¿será el júbilo de la seguridad recobrada? El filósofo busca el origen del conocimiento en el miedo a la incertidumbre. Sin embargo lo habitual no parece ser lo fácil de detectar.
Un filósofo da por conocido al mundo cuando ha conseguido reducirle a la idea. Mas. ¿No será porque para él la idea es cosa conocida y habitual? (...) Su norma es que lo conocido es lo reconocido. (...) Lo conocido, es lo más habitual, y lo habitual es lo más difícil de reconocer;... Esta razón coincide con aquella de que lo difícil en la Historia, es detectar aquello que se ha mantenido en esencia igual, aunque se le haya encontrado nuevos nombres para justificar los procesos. Son ciertos factores estáticos de la Historia que se mantienen en su esencia aunque se les conozca con otros nombres para justificar los cambios durante los procesos históricos.
Cuando manifiesta la preocupación de la ciencia, Nietzsche critica a los sabios materialistas de su tiempo en su creencia de que el mundo tiene que tener su equivalencia y su medida en la razón humana y sus cálculos ... y de que hay por lo tanto un mundo verdadero a cuyo último y minucioso análisis puede llegar a nuestra mezquina y tosca razón humana . Su ojo certero apunta a la mecanización de la ciencia en cuanto a rebajar la existencia a un mero cálculo de apoltronados matemáticos, de que haya una interpretación del mundo en que alguien esté en lo cierto: ...; una interpretación que permita contar y calcular, pensar, mirar, tocar y nada más, es una patochada y una candidez, concediendo que no acuse locura o imbecilidad. Y ¿no es, por el contrario, muy probable que lo más superficial y exterior de la conciencia, lo más aparente de ella, su costra, su materialización, sea lo que primero percibamos, quizás lo único? Es la crítica a la mecanización del mundo moderno que pretende mezclarse con el mundo de los filósofos figurándose que la mecánica es la ciencia de las leyes primeras, como fundamento de la misma existencia. En tal sentido concluye afirmando que: ... ¡un mundo esencialmente mecánico sería un mundo desprovisto de sentido! Suponiendo que se graduase el valor de la música por lo que es capaz de contar, de calcular, de reducir a fórmulas, ¡ Cuán absurda sería semejante evaluación científica de la música! ¿Qué se percibiría, que se descubriría en ella? Nada, absolutamente nada de lo tuviese de tal música . Si en algo se parece esta referencia a aquellas tesis que se asientan en puras estadísticas, gráficos y cuadros que por medir y calcular los hacen científicos, y la reflexión queda en segundo plano, es pura coincidencia.
Otro aspecto vinculado con el conocimiento que Nietzsche revela es el de la conciencia intelectual en un supuesto reiterado experimento donde se rebeló contra los resultados al negar la evidencia de que: la mayoría de los hombres carecen de conciencia intelectual.(...) Algunos hombres piadosos observan odio contra la razón, lo cual es un buen síntoma porque al menos significa la intranquilidad de su conciencia intelectual .
Al autor le parecía despreciable que hubiera gente que lejos de sentir alguna interrogante, u odiar al interrogador, se situaban en situación de burla. Porque de qué sirve la inteligencia cuando se vive en medio de una creencia sin ni siquiera preguntarse la razón de su creencia. Se preguntaba entonces sobre el objeto de la ciencia si el último fin de esta era suministrarle al hombre todo el placer posible y ahorrarle todas las molestias que puedan evitarse. Y cuando se preguntó sobre el conocer señaló: “ Durante mucho tiempo se ha creído que el pensamiento consciente era el pensamiento por excelencia; y ahora es cuando empezamos a vislumbrar la verdad, es decir, que la mayor parte de nuestra actividad intelectual se efectúa de una manera inconsciente, sin que nos enteremos;(...) El pensamiento consciente, y en particular el de los filósofos, es la categoría del pensamiento menos violenta, y por consiguiente, también la más suave y tranquila relativamente. Por eso los filósofos son los que se engañan con más frecuencia respecto a la índole del pensamiento . Todo esto hace pensar que Nietzche sugiere que la vida no se puede concebir completamente por el entendimiento. Hasta aquí el Nietzcshe de 1882, el de La Gaya Ciencia, que estaba a punto de publicar Así hablaba Zaratustra y preparaba Más allá del Bien y del Mal. Pero de un tiempo posterior a estas obras, y de los papeles recolectados por su hermana se completa La Voluntad de Poder , de donde se consultó algunos aspectos de su punto de vista sobre el conocimiento y se torna un poco más complicado cuando nos habla del papel de la conciencia y señala que: lo que se hace consciente se encuentra en relaciones de causalidad que nos son absolutamente desconocidas. La sucesión de pensamientos, de sentimientos, de ideas en la conciencia no nos da a entender que esta serie sea una serie causal, aunque así lo parezca y en grado altísimo. Sobre esta apariencia en realidad es sobre lo que tenemos fundada toda representación del espíritu, razón, lógica, etc . Sobre este fundamento agrega el error principal de los sicólogos es el oscurecimiento con lo que tiene que ver es la perspectiva de la conciencia, de donde señala como grandes errores, de los seis resumidos, en primer lugar: la exageración desmedida en la estimación de la conciencia; en segundo, el espíritu considerado como causa cuando aparece la finalidad, el sistema y la consideración; en tercero, la conciencia elevada a la condición divina, como Dios: en cuarto, la voluntad registrada donde hay efectos; en quinto, el mundo verdad considerado como mundo intelectual, accesible por el hecho de la conciencia; y por último el conocimiento absoluto estimado como facultad de la conciencia, allí donde existen conocimientos. Entre lo que afirma Nietzsche y los enunciados del conocimiento en el presente, llama la atención esta cita: Un juicio particular no equivale a una verdad; no equivale al conocimiento. Sólo en la relación entre varios juicios hay una garantía . Luego hace otras críticas a Kant que merecen un tratamiento más detenido y la lectura de la Crítica de la Razón Pura, asunto que resulta poco probable para el tiempo que merece la entrega de este ensayo, en todo caso Nietzsche acusa como prejuicio teológico de Kant, su dogmatismo inconciente, su perspectiva moral como elementos dominantes, directivos, comparativos. Se pregunta igual que nosotros, si es posible el hecho del conocimiento, Nietzsche dice: …, yo no puedo proponer racionalmente la cuestión de si hay conocimiento. Kant cree en el hecho del conocimiento: pretende la ingenuidad del ¡el conocimiento del conocimiento¡
Luego afirma como sinónimo de conocimiento al juicio, pero éste equivale a otra creencia, creer que una cosa es de tal modo. Mientras Nietzsche conviene que hay afirmaciones que se tienen por universalmente necesarias, su carácter de universalidad y necesidad no puede venir de la experiencia, por consiguiente, para el conocimiento tiene que existir otra fuente diferente que la experiencia. Entonces Kant concluye que hay afirmaciones que solo son válidas bajo ciertos supuestos, el supuesto que no proviene de la experiencia es el de la razón pura . Lo sorprendente de Nietzsche es que a finales del siglo XIX parece vislumbrar que ese modelo de ciencia que se originó en la era moderna, y que fue necesario para el progreso de la ciencia y la técnica de los siglos posteriores, antes de que se dieran los conocimientos de las disciplinas, de las especialidades y enfoques que se dieron en el siglo XX, ya él encontraba el modelo de fundamento de esa ciencia, no solo insuficiente para el progreso del saber. En esto sus pensamientos inspiran el respeto merecido al coincidir con los pensadores del siglo XXI, que claman ante la necesidad de un nuevo paradigma para explicar la explicación.
Siguiendo la línea de razonamiento sobre los fundamentos del enfoque presentado por Martínez Miguélez del conocimiento cuando trata de… identificar el criterio relevante que constituye la diferencia epistemológica de los diferentes conceptos: correspondencia o adecuación entre la mente y la realidad (forma clásica aristotélica), evidencia y certeza interior del sujeto sobre algo (posición de Descartes), coherencia en el sentido(como explica la filosofía de Hegel), utilidad o pragmática de los resultados (James, Dewey, Rorty), teoría semántica de la correspondencia en el sentido de Tarski, formas constructivistas de la teoría del consenso de Habernas y formas dialécticas constructivistas o interaccionistas (subjeto – objeto) de muchos autores modernos,…
En este preámbulo, son la correspondencia y la dialéctica las que signa el autor como vías alternas metodológicas a emplear; el Modelo Especular, en cuanto a la capacidad del sujeto en su papel de ojo fotográfico capaz de percibir la realidad como viene del mundo externo, ser como el objetivo de la cámara que es un receptor fiel de la realidad, (cuando no hay contra luces o alteraciones significativas en la velocidad del obsturador). Limitado en cuanto a única y verdadera relación verificable sería la de la causa y el efecto; la explicación de las causas complejas se haría identificando sus componentes: partículas, genes, reflejos, impulsos,(…) los términos fundamentales de la ciencia debían representar entidades concretas, tangibles, mensurables, verificables, de lo contrario, serían desechados como palabras sin sentido .
No me queda otra alternativa que seguir aceleradamente adelante, en lugar de tenderme en mi chinchorro a leer, y a meditar en ese vaivén las posibilidades metodológicas que ofrece la epistemología, con el tiempo y paciencia (paz ciencia) que se requiere, como manda el sentido común para internalizar los conceptos epistemológicos o no. En todo caso me siento satisfecho, porque al menos me ha motivado a utilizar poderes que otorga la inteligencia emocional y salidas salomónicas para resolver inmediatamente apuros académicos y domésticos, y lo más importante, aprender a tratar a ambos como a dos impostores. En ese orden de ideas está una de mis dudas: ¿Puedo hallar los fundamentos epistemológicos de este sistema educativo? O simplemente se trata de un sortilegio de la llamada realidad.
Nos corresponde seguir pensando, (aunque no nos quede tiempo para esos lujos), en el porqué de la relación entre epistemología y posmodernidad. Entendiendo que el asunto después de comenzar a revisar la obra de Miguel Martínez Miguélez Partiendo de un análisis profundo y riguroso de los fundamentos de la ciencia, el autor analiza en esta obra las reglas del juego científico hasta construir la nueva racionalidad. Comienza el discurso auxiliado con epígrafes que nos anuncian cambios paradigmáticos en nuestra forma de percibir la ciencia. Hace evidente lo limitado que es nuestro pensamiento para hacernos percibir que existen diferentes formas culturales de concebir y ordenar el mundo mediante un ejemplo sobre la manera como una enciclopedia china clasifica los animales, mostrándonos así, que también existen otras maneras de concebir la realidad sobre la base de nuevos paradigmas. Y hasta qué punto podemos estar tan claros como los orientales , respecto al carácter subjetivo que realmente le agregamos a la realidad; y que estos puntos de vista disímiles, generan dos racionalidades de diferente naturaleza.
La atención acentuada sobre estos hechos obedece a que a lo largo del siglo XX, nuestra cultura se desplazó hacia una racionalidad histórica, cultural, pospositivista, que esencialmente nos lleva a despertar de la ilusión de la “plena objetividad” que pretendió el concepto clásico de ciencia. Señala Martínez Miguélez que en nuestros medios académicos hace falta una verdadera unificación epistemológica y de los respectivos procedimientos metodológicos de cada disciplina del conocimiento porque los hombres de ciencia han sido verdaderos unificadores.
El asunto se origina en las estructuras lógicas de nuestra mente para surgir hasta los procesos racionales en la forma como conceptualizamos y otorgamos sentido a las realidades, desafiando el modo de entender, retando nuestra lógica, pidiendo mayor sensibilidad intelectual, exigiendo actitud crítica constante; o de lo contrario, corremos el riesgo de perder el rumbo y el sentido de los conocimientos que asumimos propios y seguros por que se les ha otorgado, tan solo su condición de “científicos”.
Desde los tiempos de Aristóteles, la ciencia se había proyectado en cuanto a su capacidad probatoria. A partir de Alberto Einstein se le dio relevancia a su capacidad para diseñar teorías, pero Enmanuel Kant había valorizado la ciencia en tanto sistema de conocimientos ordenados mediante un criterio proveniente de ciertos principios. Cada uno de ellos hizo hincapié en su momento, con su aporte dentro del gran proceso unificador al cual cada uno aportó su punto de vista.
Einstein vinculó el proceso de imaginar la teoría unificando y otorgando sentido a un conjunto de datos en el proceso de la sistematización que Kant había aportado al gran proceso unificador. Analógicamente, todas las disciplinas están comprometidas con el sentido de semejante forma de hacer ciencia.
Todo procedimiento racional que se precie de “científico” estará conformado por el fundamento conceptual de las siguientes matrices de ideas que constituyen postulados que han sido aceptados por los especialistas, porque hasta el presente no han podido renunciar a ellos:
1.- Toda observación es relativa al punto de vista del observador (Einstein)
2.- Toda observación se hace desde una teoría.(Hanson)
3.- Toda observación afecta al fenómeno observado (Heinsemberg)
4.- No existen hechos, solo interpretaciones. (Nietzche )
5.- Estamos condenados al significado (Merlau – Ponty)
6.- Ningún lenguaje consistente puede contener los medios necesarios para definir su propia semántica. (Tarski)
7.- Ninguna ciencia está capacitada para demostrar científicamente su propia base. (Descartes)
8.- Ningún sistema matemático puede probar los axiomas sobre los cuales se fundamenta.(Gödel)
9.- La pregunta ¿Qué es la ciencia? no tiene respuesta científica. (Morin)
Si las teorías se constituyen con conceptos no están en capacidad de proyectar la imagen de un sistema real porque esta representación es parcial, hipotética e indirecta; dada la incertidumbre, inexactitud y limitaciones del conocimiento humano. Dadas estas circunstancias, a lo máximo que se puede aspirar entonces es a llevar al mínimo, todo margen de error e inexactitud mediante la crítica rigurosa y sistemática sin escatimar recursos intelectuales porque todo conocimiento es provisional.
De tal manera que los criterios de la ciencia establecidos y aceptados como tales no surgen de forma espontánea y son resultado del esfuerzo de hombres que como tales participan de manera peculiar en el proceso ideológico, político y económico de una sociedad concreta; esto condiciona el asunto al hecho de que su concepción de la realidad y del ser humano se relacione íntimamente, y de manera general, bajo los influjos y condición de su respectiva adscripción a este contexto histórico. De aquí la necesidad de llegar a una unificación de la postura epistemológica y de sus respectivos procedimientos metodológicos.
Nuestra mentalidad occidental presenta una estructura y naturaleza heredada de los griegos cuya lógica se basa en el paradigma racionalista porque expresa en términos racionales, la estructura de la realidad representada por él, las cuales son más similares que análogas; y porque entre ellos había una equivalencia adecuada. Esta es la razón por la cual el autor argumenta que los griegos confundieron las palabras y conceptos con la realidad. Como si fuera posible que mediante la manipulación de la representación de lo real, pudiera transformarse la realidad.
Wittgenstein explica esto con lo que llamó su analogía preferida del lenguaje en la cual un juego de lenguaje equivale a un juego de ideas cuyo fundamento consiste en la eficiencia de su engranaje con la realidad.
La filosofía de la nueva ciencia que sustenta a las ciencias humanas, conocida como teoría del conocimiento, rechaza un modelo que llaman especular, el cual considera al conocedor como un sujeto receptivo donde se refleja la realidad. Aceptan en cambio el modelo del diálogo, conocido como dialéctica (tesis + antitesis: síntesis), cuyo intercambio se realiza entre el sujeto con todos sus valores, juicios, intereses, temores, etc., y se confrontan con el objeto de estudio con el amparo de la orientación post positivista actual. Esto se traduce en el hecho concreto que sustenta que no existirá ningún cimiento o base cognocitiva estrictamente objetiva, lo que coadyuva a la necesidad de reformular el sentido de vocablos como lógica, verdad, verificación, causa, efecto.
De Martínez Miguélez también resumo los cambios fundamentales de la ciencia:
La crisis de paradigmas comienza a plantearse después de 1950 cuando se replantean en forma crítica los fundamentos epistemológicos de los métodos y de la misma ciencia.
La desorientación y la feliz ingenuidad ha predominado en los medios académicos que ofrecen resultados aparentemente sólidos en el mantenimiento de sus bases epistémicas.
El investigador prudente habrá de revisar y analizar los supuestos que acepta y el nivel de credibilidad de sus postulados y axiomas básicos. La crisis de paradigmas es el proceso de transformación de los fundamentos del conocimiento científico y filosófico; del pensamiento que genera inseguridad en los asuntos esenciales que afectan al ser humano en un instante cuando el volumen de información y conocimiento pareciera ilimitado.
Se cuestiona el logos científico tradicional, los criterios rectos de la racionalidad y su carácter científico. El conocimiento científico no es más que el paradigma dominante de la modernidad y la crisis plantea el cambio de las contradicciones y parcialidades y sus carencias.
El paradigma va más allá de cada una de las diferentes doctrinas políticas. Es el principio rector del conocimiento y la existencia humana de relaciones – oposiciones y distinciones matrices que conducen el pensamiento humano.
Las matrices epistemológicas originan los diferentes modos de conocer. Conocer es aprender un dato en cierta función y determinada relación, adquiriendo el significado dentro de una estructura. Pero este conocimiento ha de contar con un método que esté estrechamente vinculado a un paradigma ubicado dentro de una estructura cognoscitiva, marco general filosófico o socio histórico. Poner esto en evidencia equivale a descubrir las raíces epistemológicas de nuestra cultura occidental.
Debemos encontrar nuevos métodos que lleguen a la estructura íntima de los temas vitales desafiantes y que lleven implícito un desafío epistemológico buscando mediante el arte de interpretar textos , la base sustentadora de sus fundamentos, y después de hallar que ningún autor satisface plenamente lo que buscamos, terminaremos escogiendo una matriz epistémica. Algo así como un contexto donde existe y vive, y al mismo tiempo la fuente que origina y rige el modo general de conocer correspondiente al momento histórico y el espacio geográfico y la aptitud del grupo humano estudiado para simbolizar la realidad.
El sistema prelógico, inconsciente la mayoría de las veces, constituye un modo de ser o un sistema de condiciones del pensar. La matriz epistémica es definida como un sistema de condiciones del pensar, previo al concepto, inconsciente en la mayoría de los casos el cual constituiría la misma vida y el modo de ser que engendra la cosmovisión, idiosincrasia, el espíritu de su época, el paradigma científico, conjunto de teorías; las técnicas, métodos y estrategias adecuadas para investigar la naturaleza de una realidad natural o social.
El paso siguiente a la identificación de la matriz epistémica consiste en rastrear su origen mediante la investigación histórica, la evolución e imposición de su expresión vigente en la cultura occidental mediante la interpretación de los fundamentos de la cultura con una visión que no fragmente la realidad porque el saber es uno solo. Son nuestras limitaciones mentales quienes lo dividen, de allí la necesidad de reintegrarlo para percibir nítidamente su origen, evolución y sus interdependencias.
En la historia del pensamiento occidental se puede percibir la manera como evolucionó, y se formó la episteme moderna, ser testigo de la celebración de su comienzo en el desarrollo del discurso religioso totalizante de la época, de la expresión laica de la modernidad, captar de manera nítida la condición humana conocida desde la episteme moderna y finalmente contemplar el tránsito de la modernidad a través de los diferentes autores de la posmodernidad actual.
Se trata de desprenderse de la regla epistémico individuo y asumir la regla relación con la finalidad de elaborar los conceptos. La praxis consiste en ordenar, calcular, distribuir, sumar, restar, vale decir, el pensamiento regido por la extensión. Enfocar al ser humano como sujeto, y no sólo como objeto de estudio. Señala a Federico Hegel como al autor que más enfrenta y rechaza el individualismo porque su sistema filosófico se constituye sobre el concepto de relación y dialéctica, solo se es singular y verdadero cuando se une a lo universal porque la esencia humana se halla en la comunidad, en la unidad donde se apoya la diferencia entre el yo y el tú. Vale destacar que esta copia constitutiva del cristianismo presente en la intuición filosófica de Hegel y Feuerbach fue desarrollada de manera especial por Martín Buber quien le otorga tanta importancia a la relación interpersonal, que la considera la protocategoría de la realidad humana. Termina Martínez Miguelez recordando que Marx también veía la esencia del hombre en cuanto a su realidad constituida por el conjunto de las relaciones sociales; y concluye que a lo largo de la historia de occidente la realidad ha sido tratada de interpretar de dos maneras. La primera, calificada de atomista, elementista e individualista; que enfatiza lo interno, lo peculiar y singular, el deteminismo de los fenómenos, el experimento, la cuantificación, la objetificación aleatoria de las medidas, la verificación empírica y la lógica formal; la segunda, es la relacional, sistémica, estructural, gestática, humanista. Se otorga valor a las cosas, los eventos y a las personas por lo que son en sí, acentuando su atención en la red de relaciones en que nacen y se desarrollan. Así la persona humana siempre será considerada sujeto en su dimensión inmaterial del ser humano. Desde el punto de vista del método de estudio, esta visión se vale de métodos cualitativos para captar los aspectos relacionales, sistémicos y estructurales. Cierra el capítulo recordando que cada una de estas formas de conocer está regida en su trasfondo, por matrices epistémicas diferentes .
Hasta este instante tenemos claro que la epistemología se guarda el derecho a reservarse esos elementos de la modernidad que pasaron la prueba de la epistemología, y venga lo que venga después, hay que conservar esos principios, así como el de la Soberanía del Estado Nación, que los ideólogos de la Globalización nos quieren vender como pasados de moda, como un principio de la posmodernidad.
En el marco de la seguridad y defensa la gran creación de la modernidad, (pienso), es la idea del Estado Nación. Por esta causa me parece relevante lanzar algunas ideas al ruedo de este informe en torno a la idea de la posmodernidad como una canalización de una realidad de la historia de la ciencia y la técnica, y una etapa dentro de la historia de las formaciones socieconómicas, pero también como manipulación ideológica motivada por intereses definidos de las grandes corporaciones. Pero no podemos entender la posmodernidad, o como llamen al tiempo que resulte de esta crisis de paradigmas, tan solo porque la posmodernidad apenas nace, y la modernidad no ha muerto del todo. Nemo ante mortem beatus esse dici potest. Para los mortales, lo eterno y definitivo comienza sólo después de la muerte . Por tal razón nos explicamos el posmodernismo, a la luz de lo poco que podamos inferir del mundo moderno, o de la modernidad, mas no del modernismo para desentrañar, auque sea parcialmente, la dialéctica de la posmodernidad. La tesis que trata de vendernos al cadáver insepulto de la hegemonía de un occidente que está al oriente, y la antitesis que muestra como ese parapeto de dominación obtuvo el germen de su destrucción en las propias entrañas. Finalmente la síntesis la integración latinoamericana como esperanza de universalidad genuina.
De esta manera queda claro que el problema esencial para conocer la Posmodernidad es que nos referimos a un ente cuya naturaleza aún está por definirse. Si se considera como a una nueva era dentro de la historia de la humanidad, el asunto se hace más patético porque si se refiriera realmente de un período histórico, ese período histórico apenas estaría en gestación. Es como si tratáramos de conocer a un señor, de cuyos datos apenas tenemos la información de que en este momento se encuentra en el vientre de su madre.
Si se trata de comprender lo que está sucediendo en estos tiempos de crisis, entonces nos encontramos ante un nuevo inconveniente, la comprensión es un complicado proceso que nunca produce resultados infalibles. Es por eso que Hanna Arendt afirmó que: “ La comprensión no tiene fin, y por lo tanto no puede producir resultados definitivos;(…) La comprensión comienza con el nacimiento y termina con la muerte,… Aunque esta reflexión giró en torno a la comprensión del Totalitarismo, nos interesa en tanto a que más adelante y en un contexto más general comentó: La comprensión de los asuntos políticos e históricos, en tanto que son tan profunda y fundamentalmente humanos, tiene algo en común con la comprensión de los individuos; sólo conoceremos quien es esencialmente alguien después de su muerte . Sin embargo, no necesitamos que muera el capitalismo para comprender su capacidad demoledora de vida.
Dada esta advertencia es conveniente señalar que comenzaremos entonces observando la difunta era, con el respectivo riesgo de que no esté tan muerta como habíamos supuesto; no obstante cuando despejemos las incógnitas de la modernidad nuestra x dará para saber si esa serie de elementos que han caracterizado a la modernidad han roto realmente los paradigmas, o generan una expectativa de cambio en los patrones moderadores de lo que fueron los fundamentos de la ciencia y de todo el saber humano. Nos referiremos entonces a ese agujero negro que significa los fundamentos del saber y de la ciencia en un futuro por demás incierto.
Ante semejantes razonamientos se hizo necesario encontrar un camino con el piso un poco más firme para entender este asunto aunque sea observándolo desde el lado de las cosas muertas, vale reiterar que desde la puerta de entrada al mundo moderno, con la esperanza de encontrar en el camino alguna respuesta convincente aunque sea cuando lleguemos a la puerta de salida de la modernidad, si es que realmente existe algún umbral que nos conduzca a algún pos-algo.
Correremos el riesgo de quedarnos en el camino con este ensayo porque todas estas ideas de pronto no sean más que una locura, visto desde este punto de vista partir del supuesto de que no sabremos lo que es la posmodernidad hasta no haber destilado todo lo que consideramos moderno sigue siendo lógico, pero cierta intuición me exige que formule por ejemplo la pregunta: ¿Qué elementos de la modernidad le conviene a quién que desaparezcan? Mejor que a quién sería plantearlo en otros términos más precisos: ¿A los intereses de cuál poder le interesa que desaparezca un emblema tan moderno como los Estados Nación, su concepto de Soberanía, o todos aquellos elementos antipáticos para el generoso capital de las transnacionales? ¿A los sepultureros del proyecto comunista que llevaron sus palas al muro de Berlín a ver si sepultaban de paso al materialismo histórico y a otras categorías de análisis inconvenientes? ¿A los sansones de las columnas del templo de Wesphalia que no quisieron informar para qué lado del muro habían caído las piedritas del pintoresco muro? Antes de definir los rasgos de la posmodernidad es preciso entonces centrarnos en el la era moderna, corriendo el riesgo de reinventar la bicicleta y simplemente confirmar con nuevas lecturas que el tal pos modernismo es otro paquete chileno como el de la Globalización.
La reflexión que originó este nombre salió a flote después que la Edad Moderna comenzó a gestar nuevos elementos para pensar en la contemporaneidad. ¿Son asuntos epistemológicos o ideológicos los que han construido un soporte “científico” para poner a unos cuantos desprevenidos a sepultar todos los fundamentos inconvenientes de la modernidad.
Si es por el paradigma económico dominante sabemos que la agricultura y la extradición de materias primas dominaron la economía durante la Edad Media; en la era moderna este paradigma fue sustituido por la industria y la fabricación de bienes durables; el paradigma posterior a la modernidad es el dominio de los servicios y la información. Negri y Hart Advierten que estos paradigmas corresponden a una visión cuantitativa cuyos indicadores no pueden captar ni la transformación cualitativa que se opera en la progresión de un paradigma a otro, así como tampoco la jerarquía que opera entre los sectores económicos dentro del contexto de cada paradigma: “Además, la perspectiva cuantitativa impide reconocer las jerarquías existentes entre las economías nacionales o regionales dentro del sistema global, lo cual conduce a tergiversaciones históricas de toda índole . La agricultura no desaparece, sino se industrializa, y la industria no desaparece sino se robotiza. Este punto de vista cualitativo está vinculado a la posición que ocupan las economías de estas sociedades en las relaciones globales de poder porque no se puede establecer comparación. Cuando el cambio histórico no se reconoce desde el punto de vista de las relaciones de poder que se establecen en la totalidad de la esfera económica donde se fundan políticas económicas falsas como la visión engañosa del discurso del desarrollo.
Hoy resulta relativamente fácil pensar lo que a pocos historiadores de los albores de la era moderna se les hubiera hecho más difícil pensar. ¿Era posible pensar que estaban entrando a algo que luego llamarían modernidad?, durante aquella mañana remota de 1451 cuando bizantinos, genoveses y venecianos, inútilmente resistían ante el ímpetu de Mohamad II quien, finalmente cerró las puertas de la ciudad de Constantinopla a los comerciantes de la ruta de la seda. ¿Algún mortal en su sano juicio llegaría a pensar que la Historia estaba entrando en la Edad Moderna durante aquellos acontecimientos.? Es posible que para muchos era fin de mundo, pero los humanistas de la Biblioteca de Florencia debieron haber percibido elementos transformadores ante la presencia de los acontecimientos políticos, pero así como los religiosos también hicieron su parte en la transformación moderna, los eventos científicos y técnicos que se irían compaginando uno tras otros para despertar una nueva consciencia a la que se abría la humanidad.
De igual manera aquellos que necesitaban nuevos espacios para ampliar sus negocios, buscaban desesperados la salida de aquella crisis que los mantuvo en jaque durante cuatro décadas mientras que el imperio otomano abría sus fauces amenazantes y los moros y judíos abandonaban la Península Ibérica, otro genovés le calentaba la cabeza a Doña Isabel para encontrar una válvula de escape a la presión de los otomanos.
Entonces reafirmamos la idea de que El tránsito hacia la modernidad fue un proceso histórico impulsado por una realidad política frente al peligro planteado en términos de Seguridad y Defensa ante el Avance del Imperio Otomano y el cierre de la ruta de la Seda cuando los turcos tomaron la ciudad de Constantinopla.
Otro asunto que no debemos pasar por alto es la reflexión sobre la caída del Imperio Romano dejó también una herencia para la humanidad, con relación al fin de esa historia. “La caída del Imperio Romano demostró visiblemente que ninguna obra salida de unas manos mortales puede ser inmortal, y dicha caída fue acompañada del crecimiento del evangelio cristiano, que predicaba una vida individual imperecedera y que pasó a ocupar el puesto de religión exclusiva de la humanidad occidental . Este es otro elemento la modernidad traería consigo, la paideia cristiana. El gran Estado Español llevaría el Principio Imperial con toda su burocracia a una dimensión no sólo espacial, sino fraternal. La Raza escogida por Dios, ahora llevaba esa verdad de ser todos hijos de un mismo Dios, era una responsabilidad llevar la palabra divina a los infieles. Una justificación moderna para apoderarse del mundo y de sus riquezas con un peso moral si se considera la mentalidad de la época. Queda la pregunta de rigor, ¿Fue esa la esencia revolucionaria de Jesús? o ¿el único Jesús real fue el creado por el mito popular de los hombres que en su morían en la Cruz como resultado de anunciar la llegada de un Reino de los Cielos, un espacio donde la gente podía llegar a inspirarse en la existencia de una realidad diferente a la propuesta por el imperio romano a fin de doblegar a todas sus colonias.? Visto desde este último punto de vista, la existencia de cristo en una conciencia colectiva de un grupo, cada vez mayor, de oprimidos salió tras el eco sonoro de una poetizada realidad que los liberaba de todo dominio, o usurpación de la propia voluntad.
Pero tratamos tres aspectos del saber humano que contribuyeron a dar el salto cuántico hacia la Edad Moderna. El Humanismo, los descubrimientos científicos, la interacción entre la técnica y la ciencia, y la búsqueda del Método Racional, incluso en la creación de una teoría del Estado.
Aparte del auge del comercio, la industria y los bancos. La búsqueda de la nueva ruta en combinación con la mentalidad universal a la que accedían las ambiciones del mercantilismo.
El refugio de los Bizantinos en Florencia impulsó el movimiento humanista que buscaba con entusiasmo las fuentes de la antigüedad. Allí resucitó el idealismo platónico (neoplatonismo). Se afirmó el derecho del hombre a realizarse en el mundo. Los escritores, eruditos y artistas desarrollaron su obra al amparo de mecenas y príncipes.
Pico de la Mirandola Exalta los valores del Hombre, al que estima máxima realidad de la naturaleza y reflejo de la armonía universal. Hace de la mente humana un instrumento divino del Conocimiento. Mantiene la idea de que el ser humano está predestinado para dominar el mundo porque dispone de la fuerza y el ingenio para conseguirlo. Es él quien define el término humanitas para definir el nuevo concepto que representa la cultura renacentista.
Erasmo de Rótterdam rechaza la intolerancia escolástica de la Sorbona. En Inglaterra se une a Tomás Moro (El Estado Ideal en La Utopía,) con quien critica la avaricia, la intolerancia y el oscurantismo de su tiempo. En El elogio a la locura, publicado en 1508, Erasmo critica mordazmente el planteamiento pedagógico y religioso de su tiempo y es partidario del espíritu evangélico primitivo. Traduce el nuevo testamento. Es el primero que critica el sello de visas para entrar al cielo, vale decir la venta de indulgencias. Esencia del cisma religioso conocido como La Reforma.
Con Juan de Vives, el Humanismo alcanza la cima. Ataca a los escolásticos y afirma que los sentidos abren el camino hacia el conocimiento. Propugna el método inductivo y se le reconoce como el iniciador de la psicología moderna.
Los descubrimientos científicos que a fin de cuentas son reflejo o resultado de la reflexión filosófica son los que determinan el cambio radical en la concepción del mundo. Nicolás Copérnico demuestra el giro de la tierra sobre su eje y la movilidad permanente de los planetas alrededor del Sol. Por la guerra que le impuso la iglesia debió esperar a que llegara kepler para que enunciara las tres leyes de la mecánica celeste. Luego Galileo como impulsor del análisis de la realidad y enemigo de toda afirmación que no incluyera su debida comprobación experimental.
El viaje alrededor del globo es la comprobación experimental de la concepción moderna del mundo que inicia su escalada en la historia en medio de estos acontecimientos.
La modernidad está identificada con la conformación de una estructura científica y técnica que se expresa esencialmente en el campo de la medicina, la Astronomía, la interacción de la técnica y la ciencia que conforman las características de un nuevo saber marcado por un creciente incremento de la funcionalidad práctica de la inteligencia. Desde el siglo IV se usa la pólvora para armas de guerra, se desarrolla la cartografía, la brújula y el sextante. En 1500 Peter Henlein inventa el reloj de bolsillo. De la visión fragmentaria del tiempo expresada en el reloj de arena, a la abstracción del tiempo incluye en una visión universal del Tiempo, y al mismo tiempo de la mecanicidad funcional de los tiempos modernos expresada en la industria artesanal del tiempo que se hizo célebre en suiza.
De la navegación de cabotaje se pasó a la navegación de Alta Mar, una posibilidad técnica que nos hace conscientes de la redondez de la Tierra, en una aristotélica comprobación experimental de lo que antes solo se afirmaba por los indicios lógicos de mentes como la de Kleper, Copérnico o Galileo.
La Imprenta de letras metálicas móviles en 1445 diseñada por Guttenberg hizo posible que poco menos de medio siglo miles y miles de libros impresos comenzarían su peregrinaje a través de la redondez del mundo, en el espacio, pero no a la velocidad del mismo mundo redondo que por la velocidad de la técnica y por razones ideológicas llaman globalizado.
Leonardo Da Vinci estudiaba anatomía para aplicarla a su arte, pero simultáneamente proyecta la Bomba, el Torno, la prensa hidráulica, máquinas voladoras, paracaídas; estudia cadáveres y se convierte en pionero de la investigación anatómica. Maquiavelo, Américo Vespuchi y Leonardo fueron florentinos producto de ese humanismo. André Vésale médico flamenco fundador de la anatomía moderna, otro producto de la época.
Los forjadores del mundo moderno trabajaron el la búsqueda de un método racional que permitiera el acercamiento al conocimiento sin apriorismos encontramos a Francis Bacon como fundador del empirismo filosófico inglés, un camino hacia la verdad que descarta la especulación y se nutre de experiencias de las cuales se puedan establecer leyes. Jhon Locke afirma que las únicas fuentes del conocimiento son las sensaciones externas e internas, su percepción del conocimiento es planteado desde una perspectiva liberal, en los temas religiosos, políticos, económicos y sociales. Finalmente René Descartes, en 1632 es recibido por una corte brillante de Cristina de Suecia. Plantea el racionalismo del método deductivo que formula que sólo a través de principios racionales se llega a la verdad. Spinoza lleva al extremo el racionalismo cartesiano planteando la unidad entre Dios y la Naturaleza. Leibniz afirma que el mudo está constituido por un número infinito de unidades de fuerza dinámica, gobernadas por una armonía preestablecida y ordenadas gradualmente desde la materia.
Toda esta pléyade del pensamiento repercutirá finalmente en una nueva Teoría del Estado.
Francis Bacon presenta en su utopía “Nova Atlantis” presenta un modelo de Estado minuciosamente organizado. Hugo Grocio propugna un estado formado por el libre consentimiento de los hombres que buscan su propia seguridad. En el Derecho de Guerra y Paz propone la creación del Derecho de Gentes, para regular la paz general. Solo la guerra defensiva está justificada moralmente; el mar ha de ser libre para todas las naciones. Luego el Estado español necesitará justificar su expansión mediante derecho de gentes y contará con los servicios de la pluma de Viloria.
Hasta aquí hemos mencionado una serie de elementos sacados de la memoria y de las cronologías, atlas obras de referencia utilizadas para explicar lo coloquial de la Edad Moderna. Pero Michael Hardt y Antonio Negri nos hablan de dos Europas y de dos Modernidades. En el centro de la Modernidad nos dejan ver el conflicto entre la libertad y la servidumbre. Entre las fuerzas inmanentes de deseo y la asociación el amor o la comunidad y la mano fuerte de una autoridad omnipresente que hace cumplir el orden en el campo social donde el Estado Soberano surge como mediador. El Estado Soberano es un lugar de adscripción.
Lo relevante de toda esta reflexión es el momento histórico cuando se propone de donde se destacan varias características sin orden de importancia; la primera, la crisis de paradigma donde los valores de la modernidad se ponen en tela de juicio ante el evidente cambio en la estructura de la formación socieoeconómica de la sociedad industrial. Contamos varios hechos relevantes que marcan hitos en la historia universal porque de alguna manera se ven proyectados en la configuración de un nuevo orden mundial que al mismo tiempo que se revelan en algunos hechos, la interpretación de estos hechos realizada por sectores interesadas pretenden esconder realidades que desmienten la actitud del monopolio transnacional de la información.
El primer hecho mundial fue la disolución de la Unión Soviética, vista como el fracaso de las luchas populares en el intento de unión internacional de aquel conjuro que atemorizó a los dueños del mundo: “proletarios del mundo uníos”, a lo que le saltó “El fin de la Historia, como diciendo: “proletarios del mundo, olvídenlo”. Poco después de esa desesperanza, el Fondo Monetario Internacional quiso aplicar sus medidas en Venezuela y hubo un estallido social que cambió el rumbo de la historia venezolana, el 27F, conocido como el Caracazo, y que trajo como consecuencia la necesidad de cambiar la forma como se venían realizando las cosas. Una crisis de gobernabilidad que se agravó con dos rebeliones militares y la salida del presidente Pérez y el desalojo democrático de la partidocracia que venía ahogando las expectativas democráticas que se habían reanudado en enero de 1958.
La solución de la crisis de gobernabilidad no requería tan solo la llegada de un nuevo Rey de la Baraja que llenara el vacío de liderazgo, sino que se requería lo que el comandante Hugo Chávez Frías anunció en su campaña, una asamblea constituyente donde se diseñara un nuevo modelo de país que se adaptara a las exigencias de democratización que demandaba una sociedad más evolucionada políticamente que aquella analfabeta que requería tarjetitas de colores para identificar a sus representantes. Esta sociedad había madurado y se abría el paso hacia la participación.
Dentro de esta situación viene un nuevo hecho histórico que marca otro hito en la historia universal contemporánea. Los hechos del once de septiembre de 2001. Una explosión de alcances significativos tuvo lugar en la ciudad de Washinton, la vulnerabilidad del Pentágono, corazón del Servicio de Inteligencia Estadounidense puso en evidencia su vulnerabilidad. Después de más de siete intentos por hacer algo para recuperar la economía de Estados Unidos, sucedió este hecho insólito, que marca el principio del fin del sueño republicano de un mundo unipolar, cuyo gran policía del mundo sería la Nación del Norte, arrogante a la hora de abandonar los compromisos con la conservación del Planeta firmados en Kyoto, que había enviado un avión espía a violar la soberanía del territorio chino, y la semiótica que caracteriza a la inteligencia oriental le regresó el avión completamente desarmado, en cajitas donde las piezas entraban como un diseño original. La economía de guerra no les ha brindado los frutos esperados en las seguidas invasiones a Afganistán y a Irak, mientras Rusia, China y la India asumen actitudes de grandes potencias ante el grupo de los siete, la Unión Europea vuelve su vista hacia la Europa Oriental y la América Latina tiene la oportunidad de hacerse respetar mediante un proceso de integración económica en pleno desarrollo. Un nuevo panorama mundial comienza a perfilarse con mejor claridad, y los requerimientos de un cambio de nuestra mentalidad se hacen cada segundo más urgentes.
Toda esta situación de cambio repercute de manera especial en los conceptos de seguridad y defensa, al extender estas responsabilidades más allá del ámbito militar. Es necesario, no solo considerar nuevas concepciones teóricas de la Seguridad y Defensa de la Patria, y la inclusión de los ciudadanos en esta actividad, sino construir los puentes sociales que permitan la integración de las comunidades organizadas y las Fuerzas Armadas para organizar todos los planes de contingencia que sean necesarios activar a la hora de alguna emergencia o estado de excepción. Sino también para sobre las bases de esta estrategia asegurar la realización de ese concepto de desarrollo integral que implica una sensación de bienestar social, económico, cultural, de salud y educación, en tal nivel de excelencia que permita la culminación de un ambicioso proyecto revolucionario impulsado por la necesidad de resguardo de esta tierra de gracia que durante más de quinientos años ha sido la meca de aventureros que de forma cada vez mejor organizados, clavan sus garras en nuestros recursos naturales para beneficio de intereses foráneos, ante los cuales todos los venezolanos debemos estar atentos para preservar la integridad y soberanía de nuestra nación.
La posibilidad de conocer, continúa siendo el reto del ser humano en estos tiempos de cambio, los cuales exigen mutaciones significativas en el cambio de mentalidad, para adaptarnos a nuevos tiempos.
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