Se ha ido nuestro maestro. Hemos dicho adiós al traje que lo vistió durante su presencia entre nosotros. Ahora más que nunca vive entre nosotros. Nos dice todo lo que nos quiso decir durante todos estos años. Nos lo seguirá diciendo para siempre. Allá, en la inmortalidad de sus dioses paganos. En la inmortalidad de su pensamiento plasmado en su obra.