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sábado, 6 de agosto de 2016

La Gran Reunión Americana Eloy Reverón


Esta expresión recoge una visión masonizada de la diplomacia fundada por Miranda. Desde su perspectiva de viajero, de misionero de la Libertad, de la ideología burguesa financiada por su clase social emergente de donde proviene el hijo, no solo de la panadera y del tendero, sino el de una familia de contrabandistas, porque ochenta mil reales de vellón no se acumula vendiendo golfeados. Miranda es la expresión luminosa de una clase social en ascenso.
Para entender a Miranda es necesario sacarlo de este tema de teoría conspirativa donde lo ha querido encasillar una legión de escribidores y de opinadores dedicada al culto a la personalidad, o a la proyección del propio ego.

Esta expresión  llega a la historiografía venezolana en la pluma de Ángel Grisanti desde el discurso de Jules Mancini, quien pretendió darle un halo de misterio literario a las actividades políticas, a la conspiración diplomática, a uno de los temas recurrentes en los círculos palaciegos que Miranda frecuentó durante su peregrinar por el mundo. Sin poner en duda de la seriedad de Grisanti como investigador, no vamos a caer en la tentación de especular con este polémico tema de la reunión americana y las sociedades secretas. Lo que sí no debemos perder la oportunidad para colocar sobre las íes algunos puntos necesarios para no caer en trampa de incautos. Para ello lo primero que debemos puntualizar es que una cosa es la masonería mirandina y otra es Miranda masón. La masonería mirandina, a la cual no debe confundirse con la masonería practicada en el estado Miranda de Venezuela. Posteriormente hemos utilizado el término mirandiana para referirnos a esa diferenciación que establecimos en Anuario de Estudios Bolivarianos (Reverón:1995) 
¿Miranda y la Masonería o los masones y Miranda?Simplemente Masonería Mirandina
En aquella oportunidad enuncié el asunto en estos términos: “Miranda y la Masonería ¿o los masones y Miranda?”, me incliné entonces a la idea de que el Miranda masón era simplemente lo que la revisión de más de cien años de archivo masónico, donde el nombre de Miranda estaba más ausente que lo que la historia de la historiografía venezolana lo había considerado. Simplemente jamás se vinculó a Miranda con la masonería hasta 1950. Cuando ese trabajo realizado para la Universidad Simón Bolívar, estaba en imprenta, por cortesía del doctor Miguel Santana Mujica recibí un trabajo publicado por un prestigioso y serio investigador británico, Seal Coon, del cual nos ocuparemos en este mismo texto. Solo queda agregar lo que acertadamente dijo en una de las mesas de trabajo en el Congreso Internacional de Historia celebrado por la Academia Nacional de la Historia de Venezuela en agosto de 1988, el doctor Herman González Oropeza. Dejó claro que en los archivos británicos masónicos e incluso los del F.O. británicos, de los cuales me consta que reprodujo para el MRE de Venezuela, a pesar de haberle prestado atención al tema masónico, con toda la responsabilidad del investigador serio, afirmó que no había encontrado indicio alguno de la condición masónica del héroe prototipo masón venezolano. Al conocer mejores detalles de lo que Miranda había significado realmente para la historia internacional, los masones decidieron tomarlo para la Institución y vincularla al máximo a su figura. Las razones que tuvo el Q:.H:. quien ocupaba el cargo de gran maestro para ese momento, no es tema que merezca mención en este espacio.

Queda el tema de Miranda tratando de establecer contacto con los jesuitas expulsados. De alguna manera sabía que el germen de la liberación de América comenzaría por donde se inició su conquista, por la conquista espiritual. 





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