Páginas

miércoles, 31 de enero de 2018

Pensamiento De-colonial Bolivariano Eloy Reverón

Pensamiento entendido como conjunto de Ideas expresadas en un tiempo y espacio determinados. Cuando ese pensamiento es definido como de-colonial es porque parte de una ubicación epistemológica expresada como apreciación de un proceso histórico inverso a la colonización.
En estos alrededores vivieron Andrés Bello y Simón Rodríguez

El sentido de este pensamiento ha sido definido desde una epistemología liberadora de los nexos coloniales que proviene de la polémica filosófica de la comunidad emergente de la riqueza del cacao producto de la explotación de la mano de obra esclava dentro de la colonialidad del poder que manado de la voluntad de poder, ha sido expresado desde una unidad cultural identificada desde la periferia como Europa. 

Pensamiento liberador porque se rebela como sujeto de liberación en oposición a la fuerza de dominio colonial por antonomasia anti imperial como opuesto al imperio. Y en la medida que ese proceso de rebelión continúa resistiendo a nuevas variantes expresadas como los vectores de esa fuerza de voluntad del poder colonial que muta como fuerza de resistencia colonial y como proyecto nacional hasta referirse en términos de y antiimperialista como opuesto a la fase superior del capitalismo (1916)

El término Bolivariano deriva desde la perspectiva asumida al subsumir los de tres principios fundamentales desde donde germina, el discurso bolivariano: UNIÓN, INTEGRACIÓN Y EUDAIMONÍA. Es importante destacar que esta trilogía manada del discurso político del líder militar más exitoso de la guerra contra la opresión, en cuanto proyecta su rebelión dentro de una visión de totalidad continental, que es producto elaborado en esa sociedad de grandes cacaos, por la generación de la nueva civilización que emerge de las cuencas de los ríos Guaire y Tuy, y encuentran en el clima de eterna primavera de sus valles, la máxima concentración ede libros y de espacios culturales que dieron vida a un pensamiento ilustrado sui generis.
Fundamento Filosófico de la
Teoría Bolivariana de La Historia
Durante la conmemoración del bicentenario del Libertador irrumpió un clamor filosófico llamando a la consideración de los venezolanos por la forma como se había desfigurado la esencia del pensamiento de Simón Bolívar. Este hecho histórico tuvo lugar en el Palacio de las Academias el día 24 de junio de 1983. El Orador de Orden fue el filósofo venezolano José Manuel Briceño Guerrero.
En su libro, el laberinto de los tres minotauros, El Filósofo sintetiza la cosmovisión de quienes llama Europa La Primera. La reflexiona estableciendo una relación de tensión e integración de estos cuatro principios. Nosotros sintetizamos estos principios, y al estilo del Álgebra los representamos mediante símbolos para manejarlos dentro de una ecuación. 
¿Cuál es el sentido que tiene hacer esta representación?

Cuando dirigimos la mirada analítica sobre el momento primordial del establecimiento del conflicto entre dos mundos. Vale decir el momento cuando da inicio un proceso de  expansión geográfica de la cultura económica dominadora de los reinos de Castilla y León, en su propósito de convertirse en una potencia colonial, con el arribo de Cristóbal Colón a la isla de Quisqueya.


Antes de continuar con la explicación de la forma como opera la dialéctica de los vectores de la fuerza de dominación colonial (FDC) contra los vectores de la fuerza de resistencia liberadora (FRL) les invito a revisar la síntesis que hemos subsumido de la obra filosófica de JMBG en los siguientes enlaces: Principio Señorial; De igual manera con el Principio Cristiano; Principio Imperial; Principio Racional.

Remitimos a la fuente original de donde subsumimos la aplicación de estos principios a la filosofía de la historia. Nos referimos a El Laberinto de los tres minotauros, con varias ediciones de Monte Ávila, Caracas.Para efectos de una visión liberadora de la historia, de-colonial, vale decir, bolivariana, debemos guardar distancia con el bolivarianismo clásico del siglo XIX. Debemos marcar un antes y un después entre el acaudalado terrateniente, amo de plantaciones de cacao, de un importante imperio azucarero y minas de oro heredadas de unos antepasados que se habían enriquecido con la explotación de una fuerza de trabajo esclavizada y cuya apertura en la vida diplomática y política tuvo lugar durante su encuentro en Londres con el Arquitecto de la LIberación Amerincana, general Francisco de Miranda y, a su regreso, realizó su apertura política en la Sociedad Patriótica y cuando se activa en el ejército hasta poco después de perder la plaza de Puerto Cabello, cuyo castillo estaba bajo su responsabilidad, y con dicha pérdida, su principal aporte para terminar de perder la Primera República y escapar al exilio político donde prepara la redacción del Manifiestro de Cartagena (en Curazao), a fin de lograr la elevación de su figura política con los laureles del título de Libertador al culminar la Campaña Admirable. De nuevo iniciar su decadencia al tener que conducir a los habitantes de su amada Caracas hasta Barcelona (Emigración a Oriente) al no poder detener la ferocidad de los llaneros conducidos bajo el liderazgo del pulpero de Calabozo, un contrabandista llanero de origen asturiano llamado José Tomás Boves y terminar su descenso en la miseria hasta el punto de tener que pedir crédito para poder pagar la pensión que ocupaba en su exilio de 7 meses en Kingston, Jamaica, donde se salvó de un atentado contra su vida por una circunstancia fortuita, un error al asesinar a un amigo que ocupaba su chinchorro en el cuarto donde lo fueron a matar y de allí, después de haber probado el triunfo y el desastre podemos apreciar, en su Carta de Jamaica, donde asienta las líneas esenciales de la Filosofía Política para la Liberación de la América Meridional. En el lapso de tiempo comprendido entre 810-1815 podemos apreciar el giro de 180 grados en el rumbo de la vida de un acaudalado hacendado, que más allá del bizarro conductor de tropas renace un estadista capás de unir las fuerzas militares y políticas de la América Meridional a fin de poder expulsar al ejército del imperio más grande de su tiempo. Su investigación histórica para describir la realidad política de la América meridional y luego el encuentro con la revolución haitiana despertó más aún, la identidad con su comunidad histórica para consolidar la ética de su discurso liberador. Une e integra su pensamiento con su palabra escrita para luego desembarcar en la Expedición de los Callos con la estrella libertadora que le permitirá unir e integrar ejércitos de las clases sociales unidas contra el poder colonial en la América meridional para fundar una patria grande, independiente, soberana e integral.